Entre siempre y jamás el rumbo el mundo oscilan, y ya que amor y odio nos vuelven categóricos, pongamos etiquetas de rutina y tanteo.
Jamás volveré a verte, unidos para siempre, no morirán jamás, siempre y cuando me admitan, jamás de los jamases, por siempre jamás, etcétera, etcétera...
De acuerdo, pero en tanto, que un siempre abre futuro y un jamás hace un abismo.
De acuerdo, pero en tanto, que un siempre abre futuro y un jamás hace un abismo.
Mi siempre puede ser jamás de otros tantos. Siempre es una meseta con borde, con final. Jamás es una oscura caverna de imposibles, y sin embargo a veces, nos ayuda un indicio.
Que cada siempre lleva su hueso de jamás, que los jamases tienen arrebatos de siempres.
Así, incansablemente, insobornablemente, entre siempre y jamás fluye la vida insomne, pasan los grandes ojos abiertos de la vida.
Mario BENEDETTI.
Mario BENEDETTI.
Let it flow! Tornarem a tremolar?
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